Se procurará encontrar aquella ordenación de los equipos y de las áreas de trabajo
que sea más económica y eficiente, al mismo tiempo que segura y satisfactoria para
el personal que ha de realizar el trabajo. De forma más detallada, se podría decir
que este objetivo general se alcanza a través de la consecución de hechos como:
- Disminución de la congestión.
- Supresión de áreas ocupadas innecesariamente.
- Reducción del trabajo administrativo e indirecto.
- Mejora de la supervisión y el control.
- Mayor facilidad de ajuste a los cambios de condiciones.
- Mayor y mejor utilización de la mano de obra, la maquinaria y los servicios.
- Reducción de las manutenciones y del material en proceso.
- Disminución del riesgo para el material o su calidad.
- Reducción del riesgo para la salud y aumento de la seguridad de los trabajadores.
- Elevación de la moral y la satisfacción del personal.
- Disminución de los retrasos y del tiempo de fabricación e incremento de la producción.
Es evidente que, aunque los factores enumerados puedan ser ventajas concretas a
conseguir, no todas podrán ser alcanzadas al mismo tiempo y, en la mayoría de los
casos, la mejor solución será un equilibrio en la consecución de los mismos. En
cualquier caso, los objetivos básicos que ha de conseguir una buena distribución en
planta son:
- Unidad. Al perseguir el objetivo de unidad se pretende que no haya sensación de pertenecer a unidades distintas ligada exclusivamente a la distribución en planta.
- Circulación mínima. El movimiento de productos, personas o información se debe minimizar.
- Seguridad. La Seguridad en el movimiento y el trabajo de personas y materiales es una exigencia en cualquier diseño de distribución en planta.
- Flexibilidad. Se alude a la flexibilidad en el diseño de la distribución en planta como la necesidad de diseñar atendiendo a los cambios que ocurrirán en el corto y medio plazo en volumen y en proceso de producción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario